Los lectores y escuchantes recordarán el hundimiento del «Titanic«, aunque solo sea por la película que hace unos años protagonizaron Kate Winslet y Leonardo di Caprio. Detrás de esa historia de amor se encontraban toda una serie de personajes. Un Capitán y una tripulación confiados en la «maravilla tecnológica del barco» sin pensar que los icebergs eran parte peligrosa del paisaje ártico. Viajeros, de distinta condición, viviendo cada uno sus sueños: unos de lujo, otros de mejora social, otros de huida de la miseria. Todos ellos en un barco donde se concentraba el lujo y la fantasía, donde los más ricos iban de fiesta en fiesta, de cóctel en cóctel, de derroche en derroche,… con sus mejores galas, despreocupados por el futuro.

Pero se produjo el choque con un inoportuno iceberg… A partir de ese momento todo fue indecisión, negligencia, egolatría, y sálvese quien pueda, algunos gestos de humanidad y de solidaridad… Eso si, intentado dejar confinada a la «tercera clase» para que no molestaran en la salvación de los que disfrutaban de mejor posición económica puesto que no había botes para todos… ¿para qué?: si el barco, era insumergible… Eso sí…, según la leyenda, la música de la orquesta sonó hasta el final.

A partir de entonces online casino nada fue igual en los cruceros transatlánticos: doble casco, botes y chalecos de salvamento para todos, mejora de las comunicaciones, rutas más al sur en los tiempos de deshielo, Convenio Internacional de 1914 para la protección de la vida humana en el mar… Pues de todo eso vamos a hablar mañana en «La Bolsa y la vida«, que realizaré, como casi siempre, desde los estudios de RNE Valencia.

«No es un día cualquiera» se emite este fin de semana, Sábado 7 y Domingo 8 de Marzo, desde Valdepeñas de Jaén. Pepa Fernádez y su «troupe viajera» estarán en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura, Paseo del Chorrillo, 29. No es necesaria invitación y se puede acceder entre las 9 y las 13 horas.

Un especial recuerdo a las «mujeres trabajadoras», todas, que como dicen las estadísticas son las primeras en notar los efectos de la crisis en el mundo laboral fuera del hogar.