Directivas europeas de Sostenibilidad…
¡Hay que ponerse las pilas!
Hace cuatro años publiqué en mi web (www.labolsaylavida.org) una serie de videos en los que intentaba, con toda simplicidad, describir el verdadero sentido de las palabras “Economía”,“Empresa”, y “sostenibilidad”. Lo hice porque, tras cuatro años en mis funciones como Director General de Economía Sostenible, Emprendimiento y Cooperativismo del gobierno de la Comunidad Valenciana, asistí a centenas de eventos y reuniones en los que aparecía claramente un sentido erróneo de estas palabras, y de muchas otras. “Economía” era únicamente igual a dinero; “Empresa”, únicamente igual a hacer negocio con un(a) empresari@ y trabajador@s; “Sostenibilidad”, exclusivamente igual a cuidar del medioambiente.
Craso error, porque “Economía” viene del griego oikosnemein, que significa la gestión de la casa, y es cierto que en una casa se necesita dinero, pero también se necesita educación, repartir equitativamente lo que hay en la casa … y tener la casa limpia.
Craso error porque es cierto que una empresa tiene que hacer negocio y necesita a un(a) empresari@ y atrabajador@s, pero ¿existe una empresa sin clientes, sin proveedores, sin financiadores, sin el entorno social en el que está ubicada?
Craso error si se piensa que la Sostenibilidad está únicamente relacionada con el medioambiente; la Sostenibilidad es la intersección de tres esferas, la económica, la social y la medioambiental, y solo se puede utilizar esta palabra si hacemos el ejercicio siguiente: analizar los impactos producidos en las otras dos esferas cuando tomamos una decisión en una de ellas.
Tras la vuelta a mi jubilación activa me he reincorporado al movimiento internacional de la Economía del Bien Común y, en tanto que representante de dicho movimiento, participo desde entonces en los grupos de trabajo que están pergeñando desde Bruselas las directivas europeas conocidas por las siglas CSRD (Corporate Sustainability Report Directive), CS3D (Corporate Sustainability Due Diligence Directive), ESAP (European Single Acces Point) y todo lo relativo a la Regulation Taxonomy. Una de mis sorpresas, agradable, ha sido que, en los debates que han tenido y tienen lugar en torno a estas directivas ha aparecido la necesidad de clarificar el significado de las palabras “Economía”, (en el sentido original de “la gestión de la casa”), “empresa” (para diferenciarla de la palabra“ negocio”) y “Sostenibilidad” (para recuperar el sentido que le dio el informe Brundtland que la ONU aprobó en 1986)… ¡Ya era hora!
La directiva CSRD es la que ha reemplazado a la NFRD (Non Financial Report Directive) por lo que en Europa ya no se habla de informes no financieros, se habla de informes de Sostenibilidad.
La CSRD fue aprobada por el Parlamento Europeo en noviembre del año pasado, y la UE ha encargado a EFRAG el desarrollo reglamentario. Este organismo ya ha emitido un borrador sobre los requisitos que deben cumplir las empresas con más de 250 trabajador@s, y ha creado grupos de trabajo en los que participo para determinar los requisitos mínimos que se van a exigir a las pymes cotizadas y a las pymes en general, aunque, para estas últimas el presentar informes anuales de sostenibilidad va a ser voluntario por el momento… importante lo de “por el momento”.
En función de lo anteriormente descrito es evidente que, dentro de unos años, pocos, todas las empresas, incluidas las pymes, van a tener que presentar informes de sostenibilidad, y no solamente porque lo obliguen las directivas, si no también porque no se podrá optar a ayudas europeas, ni a créditos, ni a colaboraciones en proyectos de envergadura, sin hacer dichos informes. Por ello, en los en los recientes debates de los grupos de trabajo de EFRAG han surgido muchas preguntas entre las que destaco las siguientes:
- ¿Tienen las empresas, en general, personas formadas para elaborar los informes que se van a exigir?
- ¿Pueden las Pymes, particularmente las más pequeñas, elaborar los informes?
- ¿Existen hoy en día personas formadas para ser consultores o auditores de estos informes? (no olvidemos que, en particular, las auditorías deben ser realizadas por personas externas a las empresas, como hoy ocurre con las específicamente financieras).
La formación es la palabra clave para responder a estas preguntas; una formación absolutamente necesaria en la que la Universidad, en estrecha colaboración con el mundo empresarial, tienen mucho que decir. Esa es la razón principal por la que considero que el programa formativo “Líderes en Sostenibilidad”, propuesto por la Cátedra de Empresa y Humanismo de la Universidad de Valencia, es la respuesta, y no lo digo por ser co-director del mismo, lo digo porque esta formación se encuadra en lo que la UE está solicitando, que haya diplomados correctamente formados y, si es posible, por entidades de educación superior oficialmente reconocidas.
Se trata de formación de una alta empleabilidad, ya que en los próximos meses (años) se van a necesitar miles de personas que tengan los conocimientos adecuados.
El Diploma universitario “Líderes en Sostenibilidad” se oferta a través de ADEIT como título propio de la Universidad de Valencia y está pensado tanto para recién egresados como para profesionales en activo. El temario está totalmente actualizado y responde a las inquietudes expresadas por diversos grupos de interés: Administraciones Públicas –UE; Diferentes niveles de la Administración del Estado– actores directamente involucrados en el proceso -entidades de auditoría, certificación y verificación–, asociaciones, empresas y profesionales con amplia experiencia en la gestión de la responsabilidad social y sostenibilidad de las empresas.
Por el bien del futuro de nuestras empresas… ¡Hay que ponerse las pilas!
Si tienes curiosidad sobre el Diploma Líderes en Sostenibilidad y quieres más información, pincha en el siguiente botón.
Paco Álvarez
Portavoz Internacional del movimiento Economía del Bien Común
Presidente de la Federación Española de la Economía del Bien Común
Co-director del Programa Líderes en Sostenibilidad
La palabra bien común está muy bien, pero lo que veo es cada vez peor reparto de la riqueza, las corporaciones empresariales, financieras, alimentarias etc cada vez más grandes los políticos europeos no lo han parado, lo alimentan
Me pregunto, para quien gobiernan
Tenemos demasiadas titulaciones y lo que falta es sentido común
Mi primera impresión es que se me intenta vender un curso universitario. ¿Está entre la Economía del Bien Común el mercadeo de la educación? A ver si vamos a hacer lo mismo aunque cambiando la etiqueta.
Santiago no has entendido nada
Santiago, no soy quien para dar consejos a nadie pero me parece adecuado decirte que las primeras impresiones son a menudo erróneas. Creo que no has leído con detenimiento las razones por las que, a título personal, apoyo la creación de este diploma. No lo ha creado el movimiento de la Economía del Bien Común, aunque su creación responda a muchos de los aspectos que la Economía del Bien Común defiende y, por ello, yo voy a participar con todas mis fuerzas. Por otro lado no sé por qué tu primera impresión te ha llevado a hablar de «mercadeo de la educación»; imagino que debe ser porque quizás consideres que el movimiento de la Economía del Bien Común defiende que el trabajo de las personas debe ser gratuito. Si es así te equivocas. Todo trabajo debe ser bien remunerado, incluyendo evidentemente a los profesores. El problema no es el dinero, que es una herramienta y no un fin… el problema es el uso que se hace del dinero. Espero y deseo que una segunda o tercera impresión te permita comprender la razón por la que este tipo de diploma es necesario y debe ser apoyado.