El diccionario de la Real Academia Española indica, como segunda acepción, que “migración” es el desplazamiento geográfico de individuos o grupos, generalmente por causas económicas o sociales, sabiendo que este término abarca tanto a la palabra “emigrante” como a la palabra “inmigrante”.

La migración es sin lugar a dudas un fenómeno que se repite sin cesar en la historia de la humanidad, y siempre con las mismas características, es decir que los inmigrantes son generalmente percibidos como invasores con raras costumbres que merman derechos a los habitantes de los países a los que llegan. Sin embargo, a pesar de esta percepción, la historia demuestra que es lo contrario lo que ocurre, es decir que los países receptores de migrantes tienen años después un desarrollo económico-cultural relevante. Valga como ejemplo Estados Unidos, aún primera potencia económica mundial. ¿Es posible analizar sin ideas preconcebidas cómo, o gracias a quienes, USA es hoy lo que es?  Simplemente una gran mezcla de migrantes italianos, holandeses, irlandeses, mexicanos, y de otros muchos más orígenes. Sin ir más lejos, invito a acceder a la web del gobierno formado recientemente por Joe Biden para constatar que sobre 23 miembros del mismo 11 tienen nombres y apellidos como Kamala, Haaland, Vilsak, Raimondo, Becerra, Buttiging, Carmona, Mayorkas, Kai, Rouse o Guzmán… nombres y apellidos “muy estadounidenses”. Pero también es interesante acceder a la web del gobierno francés actual para encontrar apellidos como Moreno, Igualdud, Pompil, Djebbari, Wergon, Abba, El Haïri, Schappa, Klinkert o Pietrassewiski, apellidos “franceses por antonomasia” … sin olvidar a la alcaldesa de París que se llama Ana Hidalgo…

Para no cansar no voy a dar detalles sobre la evolución de la economía alemana después de la segunda guerra mundial, evolución en la que se puede constatar, como en Francia, que dichos países se recuperaron gracias a la mano de obra de españoles, portugueses, turcos, italianos, yugoslavos, africanos… y un amplio etcétera. Sin embargo, no me puedo resistir a no hacer referencia al futbol. ¿Podéis citarme un equipo de fútbol que no esté plagado de nombres y/o apellidos de migrantes?

Yo soy hijo de emigrantes que, como indica la RAE, tuvieron que marcharse de España por razones económicas para irse en un primer tiempo a Marruecos y posteriormente a Francia. Formo pues parte de esa gran mayoría de españolas y españoles que emigraron o tienen algún familiar que emigró, porque una de las características de España, aunque algunos descerebrados u olvidadizos se nieguen a reconocerlo, es la de ser un país de emigrantes. Valgan como pruebas la canción” El emigrante” que cantaba Juanito Valderrama, la existencia del Banco Gallego en Argentina, o la cantidad de “Casas” de España, de Asturias, de Galicia, de Valencia… etcétera, que existen en prácticamente todos los países del mundo.

Por todo lo anteriormente expuesto, a lo que se añade la importancia que tiene el cooperativismo en todo avance social, creo que se entenderá mejor por qué acepté la entrevista que me propuso el proyecto Migracoop de Fevecta. Aquí la tenéis.

Buenas noches, buenas suerte, Salud y Bien Común

Paco Álvarez