La bolsa y la Vida

Bitácora para la defensa de un modelo socioeconómico con rostro humano

«Creímos – Creeremos»

© Jacqueline Macou

Domingo Guinea, amigo y gran experto en energías renovables, que conocí gracias al programa “No es un día cualquiera”, y con quien tuve la suerte de verificar lo mucho que compartimos con respecto a la verdadera sostenibilidad, me ha enviado el siguiente texto cuyo contenido me parece un compendio de creencias al que me adhiero. Por lo que Domingo me ha dicho el texto es libre, así que doy las gracias a su autor(a) o autores(as).

Buenas noches, buena suerte, salud y Bien Común

Paco Álvarez


Cuando murió Franco llegó la Democracia, nos dijeron que éramos libres, y nos lo creímos.

Cuando llegó Felipe González nos dijeron que eran de izquierdas y nos lo creímos.

Cuando nos metimos en la Unión Europea proclamaron que éramos europeos de primera categoría y nos lo creímos.

Cuando eliminaron toda la industria del país, y nos convertimos en el bar, el prostíbulo, y la playa de Europa, nos aseguraron que eso era progreso y nos lo creímos.

Cuando Felipe y Aznar nos convencieron que los españolitos no éramos sucios obreros, sino flamante clase media (a golpe de créditos e hipotecas) nos lo creímos.

Cuando Aznar privatizó las empresas públicas rentables para sus amigos, nos prometió que seríamos todos ricos, y nos lo creímos.

Cuando liberalizaron el suelo, y el dinero salía de los ladrillos a pelotazo limpio, nos hicieron pensar que éramos ricos, y nos lo creímos.

Cuando la crisis estalló, nos hicieron pensar que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades y nos lo creímos.

Cuando recortaron y privatizaron la Sanidad, Educación, Pensiones y Servicios sociales nos convencieron que estaba mucho mejor gestionado así, y nos lo creímos.

Cuando cobrábamos 730 euros al mes, los trabajos se los llevaban a China, y que si no trabajábamos por esa miseria vendría un inmigrante y nos robaría nuestro pan, nos lo creímos.

Cuando el 15M surgió y derivó en política nos dijeron que eran Eta, hippies y Venezuela, y nos dieron banderas (hechas en China) para los balcones y nos lo creímos.

Cuando tuvimos las televisiones, medios e Internet, nos dijeron que disponíamos de toda la información necesaria para ser libres y no tontos, y nos lo creímos.

Cuando llegó un virus y nos advirtieron, después de la gripe aviar, nos sentimos muy listos y esta vez no nos lo creímos…

Cuando vimos enfermar a la gente, a comprobar que faltaba previsión, material, hospitales y personal, porque todo se había recortado al ser más rentable (¿para quien?), vimos que la pandemia era real, nos acojonamos y nos la creímos.

Cuando necesitamos mascarillas, alcohol y respiradores no pudimos fabricarlos, porque somos el bar, la playa y el prostíbulo de Europa, solo tenemos banderas en los balcones y la industria está en China para abaratar costes… nos dijeron que la culpa era del Gobierno actual, y nos lo creímos.

Cuando nos llegaron bulos cuñados, odio, y manipulación aprovecharon nuestro miedo, inseguridad y dolor, enfureciéndonos y “caceroleando”, y nos los creímos.

Cuando tras meses de cuarentena, cientos de miles de fallecidos, y la economía de la clase media, autónomos y obreros esté en la ruina, nos dirán que llegan tiempos duros y de sacrificio, y nos lo creeremos.

Cuando la economía de mercado funcione de nuevo, nos dirán que los salarios tienen que ser miserables por el bien del país, que hay millones de personas desesperadas por sobrevivir, así que tocan lentejas… y nos lo creeremos.

Cuando nos vociferen que la democracia no sirve de nada, que hay que cerrar fronteras, porque lo de fuera es malo, que la gestión que hicieron los rojos de la crisis fue una mierda, y que hay que votar a los «patriotas» que han llenado el caos de olorosa excrecencia, odio visceral, y mucha bandera, nos lo creeremos.

Cuando ganen esos «patriotas» dirán que la culpa de todos nuestros males, de que estemos en la miseria por la pandemia es de los extranjeros, y los gays, y las mujeres, y los científicos, y los artistas, y de la educación, de la libertad y el libertinaje, y de los intelectuales… Y nos lo creeremos.

Y cuando no queden democracia, ni servicios públicos, ni libertades, ni opiniones, los de arriba estarán en sus mansiones con grandes banderas, y los de abajo seremos esclavos. No podremos protestar, ni pensar, ni ser libres, ni sentirnos mejores que nadie, porque no quedará nadie que esté por debajo de nosotros. Recapacitaremos y veremos que todo lo hicimos mal, votamos mal, nos cabreamos mal, y nos creímos superiores y listos cuando no lo éramos.

Y sabremos que hemos jodido el país, el mundo y el planeta, a nuestros hijos y nietos, bisnietos…

Es posible que intentemos rebelarnos, y no podremos, porque ya estará prohibido pensar, disentir, ser diferente, porque seremos ovejas en un rebaño cuidado por hienas camino del matadero… y será demasiado tarde para creer nada… bueno, si… creeremos una cosa: 

Que hemos sido idiotas, cobardes, iletrados, cuñados, inmaduros, engreídos, clasistas, racistas, machistas, homófobos, terraplanistas, estúpidos… humanos en fin… Y por fin nos lo creeremos, pero ya será tarde, muy tarde para volver atrás.

15 COMENTARIOS

  1. La verdad es que, por mas que sea cierto lo que plantea, creo que lo que ayuda es proponer maneras alternativas de actuación. Una crítica desesperanzada, por más acertada y bien fundamentada que sea ¿a qué contribuye? Hagamos por cambiar el rumbo, usemos las herramientas que nos quedan para lograr mejores rumbos. También me resulta difícil verlas, la verdad.

  2. Hola buenos días.
    Le seguía, le sigo y LE SEGUIRÉ.
    Cuanta Gente como Vd. nos hace falta.
    Gracias.

  3. El texto es muy bueno y lleno de verdades, pero me indigna que seamos un país de «pandereta», somos generosos, amigables,luchadores y no pensamos por nosotros mismos?, no sacamos conclusiones de las cosas que van sucediendo?, somos tan burros que terminamos creyendo todo como borregos?. Pues si y este artículo viene a darme la razón, el cerebro no está de adorno, utilicemoslo para pensar por nosotr@s mismos.

  4. Muchas gracias por el texto. Creo que lo mejor que podemos hacer es difundirlo al máximo, aunque quizá sea ya tarde.

    Un afectuoso saludo y gracias por seguir ahí.

    • Lo siento, en este momento lo q me gustaría oír son propuestas q podamos llevar a cabo..estoy demasiado cansada de las críticas. ¿Porque no da o busca propuestas q puedan solucionar esto.criticar es fácil y lo llevamos haciendo mucho tiempo. Es hora de las propuestas

  5. Lo malo es que hay gente, sin conciencia de haber obrado mal con perjuicio para la mayoría, y ahora recrimina al gobierno, cuando han sido los «libres cooperadores sin conciencia ni escrúpulos, que han sacado provecho cuando han podido junto con su banda y ahora echan la culpa a los demás de la situación.
    » Mala gente que camina y va apestando la tierra» dijo un poeta, «dele Dios mal galardón» dijo otro en la Edad Media.

  6. Comparte totalmente el escrito enviado de Domingo Guinea.
    Sois grandes personas.
    Meilleures Salutations.

  7. Muchas gracias por la información que nos has enviado.
    Voy a mandarlo a todos mis amigos y amigas para que no se salgan con la suya y pueda llegar la información a más gente.
    Te sigo hace mucho tiempo y me pareces una gran persona.
    Buenas noches, buena suerte y Salud

  8. Nací unos años antes del comienzo de nuestra Guerra Civil. Viví fuera de nuestro País algo más de 50 años. Ahora hace 25 años que retorné a España. Estoy escribiendo algo que lo tengo, en principio, titulado «Kakistocracia-El reino de Trapalandia. Totalmente de acuerdo con lo leído de Domingo Guinea… Con la consideración más distinguida reciban, un cordial saludo…

    • Totalmente de acuerdo con lo enviado de Domingo Guinea.
      Gracias por por tu labor y toda la información que nos facilitas.
      Buenas noches y salud.

  9. Triste, pero puede ser real en el futuro. Hasta ahora lo es. Cuando le dicen a uno lo gilipollas que es y puede mejorar, es triste. Pero puede pasar, como pasó hasta ahora. Espero y deseo que nos corrijamos como sociedad

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